Parsimonia mental
En algún momento me sentí muy seguro con los amigos y amigas que hice en mi ciudad natal. Pero ahora, esas personas que me rodearon hacen parte de mi pasado, y sólo me quedan los recuerdo. Creo que no los extrañaré, y ellos a mí tampoco, pues no generé cierta relevancia en sus vidas, y ellos tampoco hicieron mucho en mi vida, sin embargo, les tengo cierto aprecio y respeto como a cualquier persona que he conocido.
Tengo la mente más tranquila, me enfoco más en mis cosas, y estoy preparado para tomar nuevos retos, los cuales asumiré con toda la potencia que poseo. He dejado mi ciudad natal para encontrar algo que aún no sé qué es, y no siento temor por eso que desconozco. A veces lo desconocido es lo que siembra la esperanza, o el mismo miedo, y de todo eso se aprende, en la medida en la que uno quiera aprender de las cosas buenas y malas, sin importar dónde o cómo suceda.
La parsimonia que poseo se puede describir como un estado en el que mi cuerpo y mis ideas se unen, donde todo es prolijo y ordenado, y toman forma para encaminarme en nuevas rutas, ya sean de bus o de nuevas formas de ver el mundo. Por ahora me mantendré tranquilo, tomando las cosas que me da el mundo de manera moderada, y sin ningún tipo de exceso.
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