Obnubilidad

Todos los días tenemos modificaciones en nuestro pensamiento.

Los recuerdos traumáticos suelen volver, ya sea como una reflexión o como un espectáculo hacia sí mismo, y me dan la posibilidad de reparar mi autoestima. Siento que me he permitido dar manifestaciones de amor, que quizá son reconocidas por mí para la otredad. En consecuencia, he podido emanar lo más profundo, y es ese esparcimiento de querer el que me vuelve más fuerte.

Hace poco tuve una disertación sobre el amor y lo referente al poliamor. Quizá el amor, en mi espectro del género, no ha sido completamente entendido, o quizá no hay una maduración en las posibilidades de amar a otra persona. Sólo puedo amar una vez, y no dos, pero sí puedo hacer el discernimiento entre la atracción que me pueden generar diversas personas. 

Aún, y después de tantos años, siento que existe una confusión en mí, pero es una confusión diferente a la de los traumas, y es en ese camino donde mi mundo vuelve a fracturarse un poco. A veces siento que permanezco obnubilado, oscuro en el mundo, pero no alcanzo a la agonía psíquica a la que tanto miedo me da retornar. Las llamas de la existencia aún navegan por ahí, y por eso pienso mucho y resuelvo casi que nada.