Quinta parte: La basura y su acercamiento a la seguridad
Hacer hablar a las cosas inanimadas es realmente imposible, pero una persona puede generarse escenarios, y en efecto, crear entes imaginarios que respondan a pensamientos emergentes, a partir de que ha estado en un entorno lleno de vacíos emocionales y necesidades de ser escuchadx. La autopreservación del cuerpo humano se ve manifiesta de maneras poco usuales, y aveces suelen ser completamente desconocidas, más cuando se trata de la mente y sus formas de representación causal.
A veces, dice Cyrulnik, para los humanos la basura puede ser la representación de la esperanza, aunque para muchxs la basura representa aquello inservible carente de utilidad. No obstante, cada quién entiende de diferente forma su entorno, pues somos estimuladxs a partir de nuestra manera de relacionarnos, y de la configuración en la que fuimos estimuladxs. Cuando alguien no tiene una filiación familiar, es complejo que ese alguien pueda determinar qué es lo malo y qué es lo bueno, de aquí que la basura se pueda entender de una manera estimulante para los sentidos, y, dentro de un cambio de paradigma, se ve afectada la misma concepción de la basura como algo positivo para la supervivencia.
La necesidades nos dejan ciegxs, y es en este momento donde no pensamos en determinar acciones morales. Recuerdo que una vez que fui con unos amigos a un restaurante cerca a la universidad donde vendían papas fritas, y yo tenía mucha hambre. También recuerdo que en la mesa conjunta habían unas papas sin salsa y al parecer no se habían tocado, y las tomé y me las comí antes de que llegara mi pedido de papas. No pensé en ningún momento si alguien me estaba viendo, sólo me fie de la complicidad de mis acompañantes y las comí con ellos; en sí, creo que estar acompañado me dio cierta seguridad.
En la escena anterior, es decir, donde comento mi recuerdo de papas, se nota de obvia manera que mi necesidad estuvo por encima del desagrado de los demás. Y siento que las personas que por necesidad comen de la basura están por encima de cualquier desagrado, de igual manera pasa con las mujeres lactantes que dan seno a sus hijos, donde realmente siento que ese desagrado de los demás es completamente inferior a la acción de amamantar. En fin, hay muchísimos escenarios, como el de las personas en condición de calle que hacen sus necesidades en los andenes, etc.
Siento que no está bien que dejemos de lado los modales, pero creo que reconocer que hemos dejado de lado los modales para poder en primera instancia nuestra vida es algo que siempre estará bien. Las necesidades nos hacen parecer primitivxs, pero la vida nunca dejará de ser nuestra mayor prioridad.
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