Hola, he vuelto.
Creo que no volveré
a subir escritos con una imagen representativa, dejaré eso atrás, ya
que una imagen o fotografía no puede dar sentido a estos escritos tan
superficiales de la vida, y tan profundos de mí. No hay idea aún de qué
tengo en mente.
Volví a este espacio porque me quedo corto en
el silencio de los salones, de mi cuarto. No tengo mucho por decir
últimamente, las actividades de la universidad no me dan mucho tiempo,
siento que esas actividades me absorben la fuerza que me queda y que he
conservado a lo largo de mi vida. El trabajo y las tareas me devoran
como lo hago con cada galleta que veo. Hasta ahora Twitter ha sido un
amigo muy fiel, pero ya no veo la hora de salir corriendo y escribir
cartas a desconocidos, esto es un circo de vida, un correr para todas
partes, un devenir que no se asimila a lo que es.
¿En qué
momento dejé a todos atrás, en el olvido? ¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Mis
propios medios hicieron que determinara a las personas que amo?, o,
¿simplemente he sido así toda la vida? No dejo de preguntarme cosas
absurdas, no dejo de imaginar que quizá pueda dejar algo a alguien. A
veces no soy fiel a mí, es más, creo que no me soy fiel la mayor parte
del tiempo, quizá por eso he llegado hasta aquí.
Esta mañana he
vuelto para declarar que todo va bien, que no he matado a nadie, aún, y
que la confusión puede apoderarse de mí en cualquier momento, en
cualquier espacio. El mundo me da vueltas y eso produce la sensación de
aburrimiento y malestar.
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