En el mundo de las cajas negras y las cajas de vidrio


Llegó el momento de escribir una vez más.
El mundo que vemos no es realmente tan simple y determinado, eso creo que lo sabemos, o por lo menos eso creo sentir. Si nos preguntamos por aquello que nos conecta de maneras impensables, la respuesta frecunte sería: el internet. Y sí, no vamos a negar que el internet es un medio que permite una serie de conexiones que dan lugar a la transferencia de datos sin la presencia de seres humanos. A veces me resulta agradable, después de una llamada telefónica, pensar que con quien hablé realmente no era esa persona, sino quizá una parte de ella, y verdaderamente lo es, es sólo una abstracción de lo que es la otra persona.
Creo que unx nuca se ve encerradx en el mundo de la digitalidad, lo digo por el montón de posibilidades que tenemos para divertirnos, pasar el rato, aprender, y liberarnos, entre otras cosas como producir afectos en quienes están conectadxs a nosotrxs de alguna u otra manera. Tal es, por lo demás, que sentimos que vivimos la digitalidad en diversas cajas de vidrio, donde vamos saltando de una caja a otra en la medida en que aprendemos a usar los vínculos digitales, los botones y los datos.
Va todo esto al cuento de que realmente no vivimos en unas cajas de vidrio, sino que también habitamos unas cajas negras. Y nos preguntamos, ¿qué son las cajas negras? Tal como ocurre con la caja negra en un avión, es decir, el artefacto que contiene una serie de información agena al tripulante porque este no sabe cómo funciona y sólo sabe manejar el avión, de esta misma manera hay una caja negra en nuestra computadora, la cual nos permite generar todo lo que debemos hacer ya sea por gusto o por necesidad, pero no sabemos cómo funciona en lo más abstracto.
Sería un error pensar que las cajas negras no pueden abrirse, porque realmente hay quienes son capaces de entenderlas, y en una computador la caja negra se entendería como el software, pues es aquello que contiene las secuencias de códigos y algoritmos que van creciendo con el paso del tiempo. Con esta perspectiva, bajo cada caja de vidrio, hay una caja negra. ¡Se me había olvidado!, atribuyo las nociones de caja de vidrio y caja negra al científico francés Pierre Rabardel, quien habla en su libro Les hommes et les technologies (1995) sobre la relación que tenemos los humanos con los instrumentos que a la vez pueden ser objetos naturales, técnicos y digitales.
Sería bueno que cada vez nos dieramos cuenta de aquello que está debajo de los instrumentos que usamos. Solemos usar las cosas como la cultura nos enseña a lo que también sería un uso real, y eso está bien. Pero sería interesante conocer la forma de uso de los objetos, pues todos tienen un uso previsto creado por los diseñadores, y a veces nos podemos llevar sorpresas agradables. Bien o mal, la mayor caja negra está siempre en nuestras manos, y son los móviles o celulares, los cuales son nuestro súper poder, como lo llama un comercial de iPhone, y considero que es verdad, sin el celular no podríamos hacer muchísimas cosas, pero nos es casi que imposible entender su caja negra porque resulta invisible y a la vez omnisciente. 

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