Enantiodromía
¿Han tenido esa sensación de que todo lo que hacen no está bien por
algún acontecimiento inesperado? Bueno, así es como últimamente me he
sentido. El poder de crear contenido en espacios tan cerrados es lo que
me hace presenciar la inadecuada calidad que me rodea con relación a
absolutamente todo, entendiendo que no he salido de casa por un par de
días, y sosteniendo que no trato de evitar a las personas que quiero.Leo
algunos papeles que en algún momento me fueron útiles para mi
formación, y ahora comprendo que debo volver a ellos sin poner problema a
mi entendimiento. Debo ir en sentido contrario al ritmo que llevo en mi
carrera profesional; porque no me hace falta correr en un camino
empedrado lleno de buenas intenciones. Entonces, voy más lento de lo
normal, con personas lentas más rápidas que yo, demostrando que no hace
falta la suma de mis convicciones.Me resigno en el paréntesis de
tres mil pies de altura, donde la niebla tapa hasta la más clara sombra
de luz, sintiendo que cada paso es un peligroso movimiento que amenaza
con hacerme el ser que no quiero ser. Cada visita a la casa de mis
parientes me recuerda que no todo es para siempre, que todo muere, que
nada retorna a las manos creadoras después de haber desaparecido en
montañas de papeles y escombros de ideas sueltas. Siempre mantengo los
recuerdos más básicos, y este tipo de razones son peligrosas pues,
retorno formidablemente a la escena del crimen, a la escena del gozo o
de la melancolía.Cada vez que creo haber dado un paso hacia el
frente, me doy vuelta y encuentro que realmente voy en el sentido
contrario a mi meta, termino haciendo lo que no debo, pero siempre por
el cariño que presento al anfitrión de mi vista. Así, espero una señal o
un movimiento que me saque de este tipo de cautiverio, y dar vuelta al
camino que pretendo terminar sin retornar una y otra vez.
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